Comida divertida para tus hijos

Hace unos días, almorcé en casa de una amiga. Ella cocina riquísimo pero, a pesar de eso, le costó mucho trabajo conseguir que su pequeño hijo coma toda su comida.

Creo que el problema fue que el plato que le sirvió era poco atractivo para un niño de su edad. ¡No debemos olvidar que todo entra por los ojos! Como somos buenas amigas, le dije lo que pensaba y juntas buscamos soluciones para este pequeño problema. 

 

Si tus hijos también se resisten a comer, pon a volar tu imaginación e intenta jugar un poco con los colores, formas y texturas de los alimentos. ¡Verás que te divertirás mucho y a tus pequeños les encantará el resultado! 

 

Cada vez que prepares un plato, asegúrate de que :

• Los colores de los alimentos sean atractivos. Los colores vivos, cálidos y vibrantes, además de llamar la atención, despiertan el apetito. Que en el plato no falten alimentos rojos, naranjas, amarillos o verdes.
   
• Los alimentos tengan diferentes formas. Ahora es muy fácil encontrar en las tiendas una gran variedad de moldes  de estrellas, corazones, autos, dinosaurios y muñecos de todo tipo que nos ayudarán a hacer de cada plato una obra de arte.  
   
• El plato incluya todos los grupos de alimentos. Que la comida de tus hijos sea tan divertida como saludable. Puedes aprovechar esta oportunidad para que aprendan a comer de todo un poco. Te cuento un truquito que a mí me ha funcionado muy bien: si algún alimento no les gusta tanto, intenta darle una nueva forma o combínalo con otro alimento que les guste. ¡Verás que con esta nueva presentación al menos le darán una segunda oportunidad!

Aquí te dejo algunas fotos de comida divertida que encontré que te servirán de inspiración:

 

  

 

  

 

  

¡Espero haberte ayudado!