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La plancha siempre en buen estado

03.09.2020

  • Planchado
Planchas buenas ¡las de antaño! Recuerdo que la plancha de mi madre duró por lo menos, unos 30 años. Hoy, los artefactos requieren un cuidado especial para prolongar su duración y alargar, lo más posible, su reemplazo.
Para que la plancha esté siempre limpia y haga muy bien su trabajo, te recomiendo seguir estos consejos:
  • Limpiarla con una esponja humedecida en agua caliente con detergente. 
  • Si en la base tiene pegados restos de almidón, quitarlos frotando la zona con algodón empapado en aceite de oliva virgen, cuando la plancha esté desenchufada pero aún caliente. 
  • Si al planchar, se atasca y no se desliza bien, debemos desenchufarla y frotar la base con un buen puñado de sal gorda. Repetir la operación varias veces y luego, enjuagarla con agua y sal.
  • Para limpiar la base, rallamos un poco de cera y la ponemos entre 2 telas de grosor intermedio. Luego, pasamos por encima la plancha bien caliente. Por último, planchamos un trapo que esté completamente limpio.
  • Si la base de la plancha se pega a la ropa, debemos pasar un trozo de jabón seco cuando aún está caliente. Después, la limpiamos y sacamos brillo con una hoja de papel periódico.
  • Al planchar, debemos evitar pasar la plancha directamente sobre los botones, cierres y todo lo que sea metálico, debemos hacerlo solo por los alrededores. 
  • Si la plancha está obstruida y el vapor no sale bien por los orificios de la base, es posible que se haya acumulado mucha suciedad en ellos. Para limpiarlos, debemos echar en el depósito de agua una mezcla de mitad agua mitad vinagre. Luego, enchufamos la plancha y la ponemos horizontal, para que salga en forma de vapor. De ahí, volvemos a hacer lo mismo pero solo con agua. Mucho mejor si usamos agua filtrada, que no tiene tantas sustancias minerales como el agua común, que son las que hacen que se obstruyan los orificios de salida del vapor.
  • El metal de las planchas se puede limpiar fácilmente frotándolo con sal. Para hacer esto, la plancha debe haber alcanzado una temperatura alta. Echamos un poco de sal a un paño seco y lo frotamos sobre la superficie del metal. Si alguna mancha no quiere salir, podemos frotar la superficie con un alambre fino de acero, pero muy suavemente, para que el metal no se raye.
  • Nunca enrollar el cable alrededor de la plancha si esta aún está caliente, pues se puede quemar.