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Descubre todo lo que la música puede hacer por tus hijos

03.09.2020

  • Hijos
La educación musical involucra lo sensorial, lo intelectual, lo social, lo emocional, lo afectivo y lo estético. Quienes se dedican a ella desarrollan muchas habilidades y capacidades.
La música nos acompaña, nos emociona, nos hace soñar. ¿Qué sería de nosotros sin ella? Tocar un instrumento, cantar, ir a un concierto, nos da vida y nos llena de energía. 

Les quiero contar que es muy bueno que inculquemos en nuestros hijos el amor por la música, pues esto los beneficiará muchísimo. La educación musical involucra lo sensorial, lo intelectual, lo social, lo emocional, lo afectivo y lo estético. Quienes se dedican a ella desarrollan muchas habilidades y capacidades que difícilmente se pueden desarollar de otra manera.

Si alguno de tus hijos tiene interés en tocar algún instrumento o aprender algo relacionado a la música, anímalo a que lo haga. Aquí te cuento los beneficios de la educación musical:

1. Refuerza la atención y la concentración. La música estimula áreas del cerebro que difícilmente se pueden ejercitar haciendo otras actividades. ¿Has visto a una persona cuando toca un instrumento? ¡Es como si entrara en otra dimensión!
2. Potencia la creatividad y la agilidad mental. Está comprobado que estudiar y escuchar música facilita la solución de problemas de forma imaginativa.
3. Mejora la coordinación.  Al leer música, el cerebro debe convertir eso que ve en un patrón de movimiento que involucra la velocidad, la intensidad y ritmo. Como si fuera poco, quien toca el instrumento debe estar al tanto de lo que hacen sus manos, pies y hasta su respiración. ¡Todo a la vez!
4. Estimula el desarrollo de habilidades motoras y rítmicas. Aprender a tocar un instrumento ayuda a mejorar increíblemente la destreza manual y la capacidad de reacción.
5. Mejora la memoria. Para aprender música se necesita desarrollar la memoria visual, la memoria muscular o gestual y la memoria auditiva. Y esto es de gran ayuda en todos los aspectos de la vida.
6. Enseña a ser disciplinado, responsable, organizado y constante. Hacer música no es nada fácil. Quien quiera tocar un instrumento o cantar deberá esforzarse y practicar y practicar.
7. Mejora la habilidad matemática. Leer música implica contar notas y ritmos, que ayudan a desarrollar la capacidad para entender y manejar las matemáticas.
8. Mejora el aprendizaje y desarrollo del lenguaje. Si tienes un bebé que está aprendiendo a hablar, las canciones infantiles estimularán su aprendizaje. Las rimas y los sonidos repetidos lo ayudarán a mejorar su forma de hablar y entender los significados de cada palabra. Si tus hijos son más grandes, las canciones los ayudarán a ampliar su vocabulario.
9. Incrementa la seguridad en uno mismo. Hacer música es practicar y progresar constantemente. Y a todos nos gusta ver que nuestro esfuerzo rinde sus frutos. 
10. Provee una sensación de éxito. Llegar a interpretar una pieza muy difícil, generar emociones en la audiencia y ser el responsable de brindar momentos de felicidad, sí que hace sentir bien.
11. Ayuda a socializar.  La música tiene el don de acercar a las personas. Compartir con los demás una canción o dar un concierto estrecha los lazos afectivos entre las personas y da al músico la posibilidad de establecer nuevas amistades.
12. Enseña a trabajar en equipo. Para hacer música, hay que aprender a "leer" al otro. Se trate de una banda o de una gran orquesta, todos los integrantes deben estar sincronizados y mantener la armonía.
13. Reduce el estrés. Escuchar música y cantar nos ayuda a liberar emociones... ¡Imagínate cómo será al tocar batería o guitarra! Está más que comprobado que tocar un instrumento reduce el estrés y la ansiedad.
14. Da felicidad. Escuchar o hacer música libera endorfinas, la hormona que aumenta la alegría. También, mejora el desarrollo del área cerebral que tiene que ver con la motivación, el placer y la recompensa.
15. Es una gran aliada en los tratamientos para niños con algún trastorno. La música es de gran ayuda para los niños con problemas de depresión, agresividad, impulsividad o concentración. Tocar un instrumento, especialmente, los ayuda a centrar su atención, controlar sus emociones y disminuir la ansiedad. Ayuda también en el tratamiento de los desórdenes alimenticios, ya que contribuye a un mejor desarrollo del área implicada en la motivación, el placer y la recompensa. 

Como verás, sobran los motivos para estudiar música. Así que si tienes un hijo que quiere cantar o tocar algún instrumento, incentívalo a hacerlo. ¡Tendrás el lujo de tener un músico en casa!