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Cuidado de la buganvilla

03.09.2020

  • Jardinería y Terraza
La buganvilla es una planta trepadora muy conocida por sus preciosas y coloridas flores. Seguro más de una vez te has detenido a observarla. Suele adornar las paredes, muros y rejas de muchas casas.
En climas cálidos florece prácticamente a lo largo de todo el año, incluso en invierno. Sus ramas pueden alcanzar hasta 8 metros de altura. Si prefieres, puedes hacer que crezca en el jardín o en una maceta, en forma de arbusto redondeado. He visto que incluso puede crecer como bonsai.

Esta planta necesita muy pocos cuidados. En climas que no sean excesivamente fríos podremos disfrutar de sus flores todo el año. En realidad, lo que pensamos que son sus flores son brácteas, una especie de hoja que protege las flores. Otra curiosidad de la buganvilla es que simboliza la fidelidad y fortaleza, otro motivo más para tenerla en casa.

La buganvilla es de fácil mantenimiento. Aquí te cuento los cuidados que necesita:

Cultivo. Para cultivar esta planta en tu jardín, deberás conseguir algunos esquejes. Los trasplantes no son recomendables pues sus raíces son bastante delicadas.

Luz. Necesita luz, sino pierde las hojas y no llega a florecer. En el jardín, siempre tiene que estar al sol para recibir toda la luz posible.

Temperatura. En climas cálidos se mantiene en exteriores perfectamente durante todo el año. Con heladas frecuentes no debe mantenerse a la intemperie porque moriría de frío. Si vives en un lugar donde la temperatura suele bajar demasiado, lo mejor es que la tengas en una maceta y la guardes dentro de la casa durante el otoño-invierno con temperatura fresca y riego mínimo.

Riego. En verano y en maceta, riega 2 o 3 veces a la semana. En la época de frío puedes regarla una vez a la semana y, cuando hace mucho frío, será suficiente con humedecerla solamente cuando la tierra se encuentre seca.
Es fundamental que el suelo drene bien y no permanezca encharcado. Si la tienes en maceta, asegúrate que no tenga el agujero inferior obstruido. El exceso de agua puede hacer que se pudra.

Abono. Para conseguir una planta más bella y vigorosa puedes añadir un poco de fertilizante líquido en el agua de riego una vez cada 15 días durante los meses de primavera y verano. Ten cuidado de no echar demasiado abono, pues la buganvilla ni florecerá. 
Si notas que las hojas de la buganvilla se ponen amarillentas, es síntoma de carencia de nutrientes, generalmente de hierro. Para que recupere su verdor, debes  aportar al suelo un abono especial rico en este elemento llamado quelatos de hierro.

Poda. Como la buganvilla es de grandes dimensiones, es necesario que coloques algunos alambres que la sujeten junto a la pared, tanto por seguridad como para controlar el espacio en el que se desarrolla. Guiándola adecuadamente puedes darle la forma que quieras. La poda de mantenimiento resultará clave, eliminando las ramas y hojas secas.

Con estos pasos tendrás una hermosa buganvilla para lucir.