Ahorra agua y luz mientras lavas la ropa

Haciendo pequeños cambios en nuestra rutina podemos cuidar, además de nuestro dinero, los recursos del planeta. Por ejemplo, al lavar la ropa podemos:

Ahorrar energía solo cambiando la temperatura del agua.

Según los expertos, alrededor del 90% de la energía que se utiliza para lavar la ropa en una lavadora se gasta al calentar el agua. Y en realidad, lavar la ropa con agua templada y hasta fría es suficiente. Si se ajusta la temperatura de caliente a tibia, el ahorro de energía será significativo.

Ahorrar agua aprovechando al máximo cada ciclo de lavado.

No poner la lavadora en marcha solo por pocas prendas, pero tampoco llenarla en exceso. Lo ideal es dejar libres unos 10 centímetros del tambor, para que el agua pueda correr. Si quieres hacer un cálculo más exacto, en el manual de la lavadora encontrarás el peso máximo de ropa que se puede meter en cada lavado. Puedes pesarla antes de empezar el proceso, al menos hasta que aprendas a calcular "al ojo".

Ahorrar agua y energía comprando una lavadora de puerta frontal.

Aunque las lavadoras con puerta frontal tienen menos capacidad que las que tienen la puerta en la parte superior, consumen menos agua y energía y son más delicadas con la ropa. Ten en cuenta este dato, por si estás pensando en comprar una.

Ahorrar dinero, comprando menos ropa

Si tratamos la ropa con cuidado, la mantendremos en buen estado durante más tiempo. Tenemos que meter en la lavadora las prendas sueltas y extendidas, nunca enrolladas o dobladas. Las prendas pequeñas y más delicadas como pañuelos, medias y ropa interior, deben lavarse dentro de una bolsa de red.

Es importante, luego de separar las prendas blancas de las de colores, separarlas según su tejido y grado de suciedad, para lavarlas por grupos. Si tenemos alguna prenda de color que vamos a lavar por primera vez, es conveniente hacerlo por separado.

Ahorrar dinero, solo teniendo un poco de cuidado

Debemos revisar la ropa antes de lavarla.  No meter en la máquina ropa rota o descosida, porque puede deshilacharse y malograrse. Y en el peor de los casos, atascar la lavadora.

Por último, es importante hacerle mantenimiento a la lavadora cada cierto tiempo, para que los filtros estén siempre limpios. La cal aumenta el consumo de energía un 20%, además de deteriorar la maquinaria.